Conversaciones efectivas y el crecimiento

Una guía práctica para líderes

Motivar, potenciar y empatizar con nuestros colaboradores, se ha convertido en el glosario de los líderes actuales que buscan formar grupos altamente productivos y comprometidos con la organización.

Para lograr este cometido una de las herramientas más efectivas es tener procesos de feedback con los colaboradores.

Ejercer dichas funciones involucra conocer extensivamente a quienes participan en el equipo, es decir, entender su relación con líderes, pares, colaboradores, clientes y cuantas personas estén en contacto directo con ellos y sus labores.

Con este fin surgen las evaluaciones Feedback 360°,  herramientas que permiten sondear todas estas opiniones de manera cuantitativa y cualitativa, para obtener un panorama más amplio, realista y profundo del quehacer de los trabajadores de una organización.

Los resultados de estas evaluaciones son conversaciones de alta calidad en las que se logra visualizar las dinámicas de las relaciones entre los miembros del equipo y cómo establecer rutas de cambio para mejorar lo que no está tan bien, así como para reconocer lo que destaca.

A continuación te proporcionamos algunas de las preguntas disparadoras que pueden surgir después de completar nuestro Feedback 360° PDA:

  1. ¿Entiendes cuáles son las competencias clave para tu puesto? Esta primera parte permite establecer cuáles son realmente las competencias que necesita para llevar a cabo su trabajo de la mejor manera, tomando en cuenta todas las opiniones.
  2. ¿A qué crees que se deben las discrepancias? De existir muchas diferencias entre las distintas visiones se puede hacer esta pregunta como follow up.
  3. ¿A qué se deben los puntajes más bajos de la autoevaluación? Esto genera una oportunidad de introspección para discernir si estos puntajes se deben a una coyuntura o si es una competencia que necesita desarrollar.
  4. ¿Te sorprenden las evaluaciones recibidas o se corresponden con la percepción que tenías? Enfrentarse a la valoración de los demás es un desafío, por lo que en este punto es importante la contención del líder para que las conversaciones sea constructiva.
  5. ¿Difieren mucho las puntuaciones entre tu autoevaluación y las evaluaciones recibidas? Es momento de entender cómo se relacionan los demás con el trabajo de cada uno los colaboradores e ir relacionando estos resultados con las respuestas anteriores.
  6. ¿Puedes discernir de dónde provienen las diferencias de percepción? Es importante ubicar la razón de las brechas, para mejor o para peor, pues este conocimiento orienta el trabajo posterior de cara a mejorar la autovaloración y el desempeño ante los demás.
  7. ¿A qué crees que se deban las brechas entre tu autoevaluación y los valores determinados por la empresa? En el caso de que haya muchas diferencias entre ambas evaluaciones, es un buen momento para alinear la visión de la organización con la del colaborador y comprender de dónde surgen las diferencias.
  8. ¿Cuáles son tus competencias más fuertes según los demás y cómo se alinean con los requisitos de la empresa? Cuando los colaboradores ven las fortalezas que los demás detectan en ellos, eleva el autoestima y permite, en muchos casos, descubrir cualidades que no sabían que estaban desplegando. Además, al compararlo con los requisitos de la organización se abre el abanico de posibilidades para habilitar su futuro crecimiento.
  9. ¿Cuáles son tus competencias más débiles según los demás y cómo se alinean con los requisitos de la empresa? Entender las áreas de oportunidad permite interiorizar en qué se falla para luego poder tomar acción sobre lo que se quiere mejorar. A su vez, esto puede dar respuestas al líder cómo configurar las tareas dentro de un equipo para lograr los mejores resultados.
  10. ¿Qué acciones quieres tomar para trabajar sobre estos hallazgos? Una vez realizada la revisión de los resultados, es necesario trazar planes de mejora concretos y hacer el seguimiento necesario para no perder el impulso inicial del autoconocimiento.

Hacer de este tipo de acciones una práctica común beneficiará en el largo plazo las relaciones del líder con su equipo, recurriendo a una honesta intención de empoderar a los colaboradores para sacar lo mejor de cada uno de ellos.

Que motivar, potenciar y empatizar se convierta en mantra para generar espacios de trabajo constructivos y armoniosos.