Recientemente hablábamos de la transparencia como valor organizacional, ahora es conveniente entender qué hace falta para que una organización se considere transparente.
Comunicación interna
En primer lugar, sabemos que la comunicación interna funciona como una herramienta para ejercer la transparencia. Además, es la solución ante la incertidumbre de quienes trabajan con y para la empresa y promueve un clima laboral positivo.
Ser transparentes con nuestro equipo de trabajo es fundamental, naturalmente siempre vamos a compartir cierta información de manera “íntima” antes de hacerla pública, es ideal que toda comunicación se canalice de adentro hacia afuera. Por esta razón, es un proceso que, en la medida de lo posible, se debe normalizar y automatizar en las empresas para gozar de sus beneficios:
- Generar sentido de pertenencia
- Aumentar la motivación y el compromiso del equipo
- Gestionar los diferentes perfiles laborales y personalidades para aprovecharlas en beneficio del grupo y de la organización
- Mantener la información actualizada en el funcionamiento de la empresa
No se trata de contar todo en todo momento, sino de informar sobre los hechos importantes, ya sean logros o derrotas a razón de que se celebre o se mejore en equipo y que todos los colaboradores formen parte de ello.
Comunicación externa
Al mismo tiempo que la comunicación interna se enfoca en facilitar el flujo de información en el equipo de trabajo, la comunicación externa tiene como finalidad mejorar la imagen de la marca y nutrir las relaciones entre la organización y los consumidores, proveedores, accionistas y el colectivo en general.
Para que una organización sea percibida como transparente es necesario que haya coherencia entre lo interno y lo externo, ya que nada puede ser más perjudicial para la imagen de una empresa dar la sensación de tener doble cara.
En este sentido, María Luisa Sánchez, autora de La información especializada en la gestión de crisis, define la comunicación externa como “el proceso que se establece entre la empresa y el conjunto de la opinión pública, para informar sobre diversos aspectos de la vida empresarial, que podrían afectar o ser de interés para la sociedad en general”.
Cabe destacar que la comunicación externa no solo está dirigida a ofrecer información a los stakeholders, sino que debe ser concebida como un proceso bidireccional de envío y búsqueda de datos. Por lo tanto, no se debe considerar como un trabajo menor.
Honestidad
Finalmente, no podemos dejar de mencionar el valor de la honestidad como el ingrediente esencial de una organización transparente. En este sentido, hablamos de actuar bajo la premisa de que no hay nada que esconder y que se debe hacer lo correcto siempre.
Se trata entonces de proceder de forma ética en todo momento, de aceptar las equivocaciones que cometemos y nutrirnos de eso, de no endosar responsabilidades a otros cuando son nuestras, de no apropiarse de los bienes o el capital de la empresa y de denunciar a tiempo siempre que nos enteremos deestafas realizadas en torno a la empresa.
