Si antes un cambio se producía cada cinco generaciones, ahora todo va tan rápido que en cada generación tienen lugar cinco cambios.
En el periodo 2008-2014 las empresas necesitaban líderes anticrisis capaces de ajustar costos, optimizar los procesos, ajustar las plantillas, transformar la organización hacia la venta de servicios y que predicaran con el ejemplo, una vez superados esos tiempos convulsos, todo cambia.
Lo que las compañías requieren a partir de ahora son directivos con mente brillante, visión de futuro, que se anticipen, innovadores y creativos, pero sin que pierdan el foco a corto plazo.
Será una persona ética y coherente con todo lo que haga y lo que diga.
El líder que viene ha de ser optimista y creador de buena atmósfera. Lo de trabajar 24 horas quedó atrás, ya que es un sistema que no ha funcionado. Ha de tener un perfil humilde y cercano, atento a las demandas de los colaboradores y, sobre todo, de los clientes.