La arquitectura en las organizaciones: Acompañar la cultura con los espacios

Llego, prendo la computadora. Mientras arrancan los sistemas de mi laptop, me voy a la cocina, busco mi taza, reviso provisiones, me preparo el café y el desayuno. Me siento en mi silla, o la que encuentre, no hay asientos fijos. Algunos marcan la que mejor acomoda sus cuerpos con algún sticker. Termino el desayuno y lavo mis platos, las normas de convivencia ante todo. Reciclo lo que se puede y comienzo el día laboral. 

Todos, en alguna medida, tenemos una rutina parecida. Habitamos los lugares donde pasamos tantas horas del día. El espacio donde invertimos unas 9 horas por día, 5 veces por semana, debería ser uno que propicie comodidad, familiaridad y, claramente, la productividad necesaria para hacer nuestro trabajo de la mejor manera. 

Así como las organizaciones pasaron de una gestión basada en el modelo de éxito de Ford a una manera de ser más orgánica, que evoluciona con la incertidumbre y complejidad de los mercados, los espacios de trabajo han migrado, también, hacia la flexibilidad y la integración, facilitando el trabajo colaborativo y las burocracias internas. 

Espacios abiertos, ¿Culturas abiertas? 

Si miramos la configuración de una oficina podemos darnos cuenta de varios signos culturales: Espacios que propician la colaboración, puertas que dividen al líder de su equipo, cubículos que recalcan el trabajo individual, entre otros ejemplos. 

Construir culturas organizacionales pasa también por construir el habitáculo de la empresa, de manera que los mensajes que queremos transmitir se refuercen con cada metro cuadrado en el que las personas pasan casi dos tercios de su día. 

Tendencias en arquitectura del espacio de trabajo 

Según entrepreneur.com estas son las tendencias que más tracción tienen: 

  • No más cubículos. A diferencia de la oficina del siglo pasado, el trabajo ocurre en todas partes. Las empresas han ampliado sus límites y las personas están conectadas, tanto físicamente como a través de la red. Por lo tanto, la identificación por “cubículo” no se espera ni se acepta. El espacio de trabajo debe ser una ubicación ergonómica y bien conectada, diseñada para facilitar la interacción y la conectividad. 
  • Más espacios colaborativos. Una gran parte del trabajo de hoy es colaborativa y ocurre en un espacio de reunión, lo que permite que equipos pequeños y grandes se reúnan, discutan, resuelvan problemas y generen soluciones para oportunidades emergentes. Como resultado, el espacio dentro de una oficina se puede compartir; de hecho, es mejor si se comparte. Por lo tanto, muchas funciones, como ventas, marketing y administración, pueden funcionar en escritorios rotativos o hot desks
  • Salud es riqueza. El diseño del espacio de trabajo que incluye elementos como colores, texturas, calidad del aire y ergonomía puede aumentar la comodidad humana. Los equipos de trabajo deben tener una opción de entornos saludables en los que en el espacio de trabajo deben fomentar y fomentar un estilo de vida saludable. La calidad del aire es de suma importancia. El aumento del dióxido de carbono y otros gases nocivos causa pérdida de concentración y baja productividad a corto plazo, y graves consecuencias para la salud a largo plazo. Un empleado que está sano y alerta es un activo para la organización. Los sistemas de escritorio de hoy están diseñados para permitir que las personas se paren y trabajen, lo cual es una alternativa mucho mejor que sentarse todo el día. 
  • Salud es riqueza. Los sistemas PoE (Power over Ethernet) y LED permiten a los edificios interactuar directamente y en tiempo real con los usuarios finales y con el entorno. La iluminación que imita la luz del sol y se modifica con el cambio en el tiempo / temporada permite mantener los ritmos biológicos. Los sistemas de refrigeración e iluminación de edificios también interactúan con el entorno exterior, así como con las preferencias del usuario, para crear las condiciones de confort interior más adecuadas para las preferencias individuales. Las soluciones de construcción inteligente también “reconocen” a las personas, permitiéndoles acceder a varias partes del edificio. 
  • Interiores extravagantes. El diseño y la elección del color, la textura y la decoración están cambiando y hay un interés activo y un esfuerzo por hacer que los espacios se sientan eclécticos. Si bien es importante mantener un sentido de orden, existe un fuerte impulso para hacer que los lugares se sientan “viejos” y ofrecer sorpresas en el camino. Diferentes temas y decoraciones en diferentes áreas de trabajo e interacción, muebles artísticos y espacios que se sienten hogareños. De hecho, ciertos espacios de trabajo de alto rendimiento en realidad tienen cápsulas para dormir, lo que permite a las personas tomar una siesta y refrescarse para el trabajo. 

Tomar nota de las tendencias nos ayuda a entender hacia dónde va el futuro del trabajo, pero es de suma importancia practicar la escucha activa a la hora de diseñar nuestras organizaciones. Los espacios condicionan el comportamiento humano, por lo que a la hora de construir una estrategia de distribución del espacio es de suma importancia entender el tipo de tareas que desempeñan los colaboradores, la cultura, el liderazgo y los requisitos de cada área, para así marcar la diferencia en el rendimiento de la organización.  

Mientras diseñaba el nuevo edificio de la agencia creativa The Bloc en Nueva York, Fauzia Khanani se sumergió en la cultura de la empresa, trabajando desde las antiguas oficinas, donde pudo ver en primera persona cómo interactuaban los integrantes de The Bloc y, a partir de esta investigación directa, pudo diseñar espacio de manera deliberada, atendiendo a las necesidades de los líderes de la organización y la de los colaboradores al mismo tiempo. 

¿Conoces cómo los espacios de la organización impactan en el bienestar y productividad de tus colaboradores? Comparte con nosotros tu experiencia.