Una de las acciones valiosas de cualquier departamento de Recursos Humanos es analizar a las personas involucradas en una organización: entender que sus necesidades van variando, no son lineales. Esa preocupación por conocer profundamente a todas las partes interesadas conlleva a que no solo las acciones sean más personalizadas, sino también a que sean más efectivas.
No es casualidad que, desde hace un tiempo las investigaciones de mercado se hayan centrado en los millennials, la población que hoy en día oscila entre 23 y 38 años de edad. Cabe responderse entonces: ¿están los gestores del talento dirigiendo su estrategia a las personas adecuadas?
Según el último estudio que publicó Deloitte, The Deloitte Global Millennial Survey 2019, el porcentaje de encuestados que indicó que las organizaciones están impactando de manera positiva bajó de 61% en 2018 a 55% en 2019. Esta encuesta fue realizada a 13.416 millennials (nacidos entre 1981 y 1994) en 42 países y a 3.009 individuos de la generación Z (nacidos entre 1995 y 2002) de 10 países.
Sobre esto, la Directora de talento de Deloitte, Michele Parmelee, expresó lo siguiente: “yo diría que, para las empresas, la conclusión más importante es la confianza cada vez más reducida entre millennials y jóvenes de la generación Z”.
Es importante comprender que las cualidades de estas generaciones (la Y y la Z) han sido determinadas por un contexto totalmente diferente al de sus antecesoras, debido a los cambios tan vertiginosos que han experimentado. Estas personas nacieron en plena transformación digital y crecieron teniendo que adaptarse, consciente o inconscientemente. Por lo tanto, no esperan menos de su entorno laboral, tienen una visión bastante crítica de las culturas organizacionales actuales porque han tenido que enfrentarse a entornos cada vez más desafiantes.
Si hay un rasgo que identifica a los millennials es que poseen mayor capacidad multitarea, suelen ser exigentes con la administración del tiempo y de las tareas por lo que pueden mantenerse un poco peleados con “los horarios laborales”, sobre todo, si son demasiado rígidos.
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Profesionales cada vez más preparados
Otro aspecto importante a destacar es que, los nativos digitales, han entendido la importancia de actualizar el conocimiento de manera constante y valoran el hecho de que sus organizaciones promuevan espacios de desarrollo. Por tanto, la cultura organizacional ideal para los millennials incluye posibilidades de estudio y/o preparación.
Sobre esto, Daniela, de 31 años, quien es asesora comercial en una agencia de turismo en Argentina comentó: “me gustaría que mi organización invierta más en nuestro desarrollo intelectual, por ejemplo, con talleres y capacitaciones que me den más herramientas como profesional”.
Uno de los errores más comunes en la gestión del talento es seguir aplicando las mismas prácticas de hace veinte años y pretender tener procesos exitosos hoy. Así como ha cambiado la manera de manejar proyectos y de llevar a cabo las tareas, también deben cambiar los valores y las costumbres de las organizaciones.
Finalmente, el reto para los Gerentes del capital humano es evaluar si la cultura de la organización está siendo efectiva en el entorno donde interactúan personas con distintos rasgos generacionales. La clave consiste en conocer a los colaboradores y transformar la cultura organizacional tomando en cuenta las necesidades de cada uno.