Por Brian Klahr, CEO de Bonda by Cuponstar
Los líderes de las organizaciones nos encontramos una vez más frente a un gran desafío: fidelizar a nuestros colaboradores en un contexto económico agobiante pero a la vez competitivo.
Tenemos la responsabilidad de cuidar a aquellos que aportan valor a diario a la empresa a la vez que también debemos hacerlo con prudencia de sostener el negocio, que es a su vez quien proporciona el capital necesario.
Diversos estudios revelan que el 75% de las personas sufre estrés financiero. Estos altos niveles de estrés impactan en nuestro bienestar, en el vínculo con los demás, en la sociedad, y por supuesto, en el trabajo.
El Financial Health Institute lo define como una condición causada por eventos que crean ansiedad y preocupación, a menudo acompañada por una respuesta física. Sentimos angustia y presión ante una situación económica inestable y eso nos provoca insomnio, cansancio, cambios en el comportamiento, inseguridad, falta de concentración y hasta puede conducir a enfermedades graves.
Cuidar de los colaboradores es tener un negocio sano. Ningún empleado que sufra estrés financiero puede desempeñar positivamente sus tareas. Si estamos preocupados, no estamos creando. Y todos necesitamos estar emocionalmente disponibles para ser creativos y hacer girar el engranaje de la empresa.
Hay herramientas, como los cupones de descuento y las Gift Cards digitales, que son cada vez más valoradas por las personas ya que, haciendo un uso provechoso de ellas, ayudan a combatir la disminución del poder adquisitivo. Y lo mejor es que los empleados pueden elegir en qué utilizarlas de acuerdo a sus necesidades y preferencias.
Teniendo en cuenta que, uno de los rubros cuyos precios más aumentó fue el de alimentos, no sorprende que los cupones de descuento y las Gift Cards para este rubro sean los más populares entre los empleados argentinos. De hecho, una encuesta reciente a nuestros clientes reveló que un 65% cree que los bonos e incentivos de este tipo son una herramienta que hace la diferencia para llegar a fin de mes.
Como líderes, tenemos el desafío de tomar la realidad y aprovecharla para potenciar a nuestros colaboradores y a nuestro negocio.
Parafraseando al novelista Marcel Proust, quizás no se trate de buscar nuevos paisajes sino de mirar con ojos nuevos lo que ya tenemos delante.
