Planificación Estratégica durante y después de la cuarentena

Este es el momento idóneo para romper rutinas disfuncionales y crear situaciones y hábitos que nos acerquen a lo que queremos. Como todo lo que hago en mi vida y en las empresas en las que he trabajado, he enfocado este pequeño artículo desde dos puntos de vista: La utilidad y la toma de consciencia.  

Desde el punto de vista práctico y útil me gustaría aportaros algún tip para trabajar y vivir mejor en estos momentos de incertidumbre, es importante que en estos momentos de tanto trabajo no perdamos la perspectiva y sigamos manteniendo hábitos, además recomiendo que establezcas pequeñas planificaciones sobre lo que, si quieres para esta semana, no sobre lo que si debes, que eso ya lo planificarás en la agenda o Outlook: 

–Algo que quiero terminar o hacer sí o sí en el ámbito profesional.  

– Algo que quiero hacer sí o sí para la casa.  

– Algo que voy a hacer sí o sí para los demás (hijos, amigos pareja, padres…)  

– Algo que voy a hacer sí o sí para mí.  

Es el momento de trabajarte de una manera integral y acostumbrarte a realizar alguna actividad durante la semana en todos los apartados de tu vida, en todas tus vidas. 

 1.- Algo que hacer en el ámbito profesionalen este punto, es muy importante establecer rutinas a la hora de levantarse y a la hora de planificar descansos. La curva del rendimiento es creciente, pero llega un momento en el que, si no hemos descansado, empieza a decrecer y finalmente se convierte en un rendimiento inverso y empezamos a cometer muchos errores por la falta de concentración y el cansancio. En estos descansos es donde podemos aprovechar para trabajar los otros ámbitos o hitos que queremos trabajar durante el día. Es interesante que establezcamos un lugar con puerta, donde poder trabajar en nuestra casa, sobre todo si tenemos hijos. Si nuestra casa es pequeña, podemos utilizar el salón hasta que se levanten los niños y después utilizar una mesa plegable o redistribuir el espacio para poder trabajar en nuestra habitación o en la habitación de los hijos, pero nunca en una zona de paso y destinada a todo tipo de actividades, como es el salón o la cocina. Hay que buscar los espacios más alejados del ajetreo diario.  

¿Qué pasa sí nuestra pareja también necesita estos espacios lejos del ajetreo?, ¿Y quién se encarga de los niños mientras? Estás dos preguntas tienen una misma solución sí son dos en casa, establecer horarios para trabajar concentrados y luego rotar. Uno se encierra una hora u hora y media en el espacio lejos de distracciones y el otro se queda en el salón trabajando en tareas que conllevan menos concentración o haciendo labores del hogar… ¿Y sí estamos solos? Es el momento de que nuestros hijos hagan cosas solos, pero el periodo de tiempo en el que pueden y deberían estar solos en inversamente proporcional a su edad. Lo que está claro es que necesitas una habitación donde trabajar a pleno rendimiento, alejada de las distracciones del resto de la casa. No es el momento de trabajar 8 horas, es el momento de sacar, el máximo de horas a pleno rendimiento.  

2– Algo para la casa. La casa es ese ente en el que nunca se para de invertir y que requiere una dedicación constante. Es un gran momento para planificar cuando voy a terminar de pintar esa habitación que quiero pintar desde hace años, o simplemente ponernos rutinas de acciones, los martes cocina, los jueves por la tarde baños, de 13 a 14 comida o los domingos cocinamos todos para la semana…  

3.- Es interesante planificar actividades para hacer juntos a lo largo de la semana, jugar, leer, ver una peli en familia, hacer deporte en familia, cocinar en familia, limpieza en familia… ¿Pero ¿qué pasa si no estamos juntos? Establecer alguna rutina con pareja y amigos, tomemos el vídeo vermut de los domingos juntos, una video cena romántica, una partida de ajedrez o parchís…  

4.- Algo que voy a hacer sí o sí, para mí todas las semanases aconsejable planificar nuestros espacios individuales de tiempo al margen de los demás, sería muy recomendable hacerlo todos los días, pero si no se puede, hacerlo al menos un par de veces a la semana. Momentos para pensar ¿qué es lo que quiero?, ¿Qué estoy haciendo yo?, ¿Cómo me estoy comportando o qué estoy sintiendo… ¿qué espero de la vida?, ¿y qué estoy haciendo yo con respecto a eso? Además, es un momento increíble para desarrollar nuestro pensamiento estratégico y sacar a relucir a nuestro “planificador implementador”: ¿Puedes aportar más?¿Qué te está impidiendo aportar más y ser mejor? Todas estas preguntas van dirigidas a un fin cercano, basado en dos parámetros: ¿Qué voy a hacer yo para que el día 1 post confinamiento sea el mejor día de facturación que ha conocido la empresa?, ¿Qué voy a hacer yo para que el primer día después de esta crisis, haya un cambio en mí y en los demás y consigamos un entorno de trabajo mejor, con más compromiso, con más confianza, más humano y productivo. 

Es el momento de pensar en el día después y en las acciones que puedo ir ejecutando desde ya, no solo para este momento de crisis, sino para una mejor vida profesional y personal.