La percepción del término “gestión de recursos humanos” que se refiere a la práctica empresarial con respecto a las personas en las organizaciones, ha evolucionado desde un cumplimiento principalmente legal y un énfasis administrativa hasta el de invertir en las personas. Alentamos a las empresas a mirar más allá de la noción del costo del empleo o de las personas como mercancías. Las personas deben ser contratadas para contribuir activamente a los resultados del negocio, no simplemente para seguir la descripción del trabajo; centrarse en los resultados y no en la actividad.
Para obtener resultados efectivos de las personas, la mentalidad de gasto de las personas debe evolucionar hacia un enfoque de inversión, de ahí nuestra preferencia por el término capital humano, ¡desde el estado de resultados hasta el balance general! Queda entonces a los expertos brindar nuestro servicio de apoyo a las mejores prácticas actuales en la construcción de equipos y llevar a cabo dichas evaluaciones de acuerdo con una metodología estructurada. La evaluación descubrirá áreas de riesgo y oportunidad en términos de prácticas óptimas para proporcionar un servicio de apoyo de capital humano total o parcial, ya sea en forma de retención o de proyecto, según las necesidades que surjan.
Inversión en los colaboradores
Sí, las personas deben ser consideradas como activos comerciales en términos del conocimiento, la experiencia y la mentalidad que aplican para lograr los objetivos comerciales se deduce que uno puede aplicar aún más la terminología comercial al considerar los factores relacionados con las personas.
La idea de ofrecer inversión para colaboradores alinea la estrategia empresarial con la estrategia de capital humano y entre otras cosas, aborda lo siguiente:
– Obtener la base correcta: garantizar que los niveles de pago son defendibles en términos de principios de equidad, por ejemplo, las calificaciones de trabajo, las políticas y los procedimientos que rigen las prácticas de pago están en su lugar.
–Crear un entorno positivo para colaboradores, luego reconocer y recompensar una contribución excepcional. Aquí entran en juego varios factores, por ejemplo, capacitación y desarrollo, plan de carrera profesional y, lo más importante, un estilo de liderazgo que permita a las personas entregar resultados en todo su potencial. A este último estado nos referimos como compromiso de los colaboradores y describimos como: personas altamente comprometidas con medidas inspiradas por uno mismo.
