Ante un mundo dinámico nos centramos en una sola cosa: alcanzar nuestros objetivos, pero ¿cómo nos preparamos mentalmente para esto? Es momento de buscar un café y tomar nota de lo que descubriremos en esta nota.
Recientemente estuvimos recorriendo la teoría de la investigadora de la Universidad de Standford, Carole Dweck, sobre los tipos de mentalidad fija y de crecimiento, entendiendo que el fracaso no es una condición permanente sino una condición temporal.
Conoce más sobre esto leyendo la nota “La superación constante como bandera: Growth Mindset”
¡Creencias poderosas!
Las mentalidades no son más que creencias poderosas, son algo que existe dentro de la mente de cada uno, y la mentalidad puede cambiarse.
El simple hecho de conocer que existen dos tipos de mentalidades parece impulsar a las personas a afrontar los retos de otra manera.
Aunque normalmente no somos conscientes de dichas creencias, es posible aprender a prestarles atención y escucharlas. Una vez que las “reconocemos” seremos capaces de trabajar sobre ellas para cambiarlas.
Esto sin duda se puede aplicar en el ámbito empresarial: “cuando una empresa entera adopta este tipo de mentalidad de crecimiento, sus colaboradores se sienten mucho más fortalecidos y comprometidos, son más colaborativos y más innovadores” este es un fragmento del artículo de Dweck para la Harvard Business Review.
Algunas de las estrategias que podemos aplicar para desarrollar la mentalidad dentro de los equipos de trabajo son;
– Desarrolla un plan de acción y crecimiento (individual y grupal): en este plan deben estar aclarados los retos que el equipo tiene por delante.
– Crear espacios de reflexión: en este espacio los miembros son capaces de exponer sus preocupaciones sobre sus desafíos y compartir libremente sus experiencias.
– Seguimiento de las acciones: en este sentido, la implementación y monitoreo del plan de acción, suma rigurosidad y permite el avance en los proyectos.